Biodiversidad y Monocultivos

lunes, 14 de diciembre de 2009

Por: Jaime Idrovo U.



El Ecuador está considerado como un país mega diverso, debido a la enorme variedad de especies vegetales y animales que posé, y debería serlo también, en la categoría de paisajes, pisos altitudinales y climas, pues en un territorio de 272.045 kmts2 se hallan representados casi todos los escenarios geográficos del planeta. En cifras redondas, el País ocupa el 7mo. lugar a nivel mundial en la lista de los territorios de excepcional concentración de flora y fauna, con un caudal de aguas dulces enorme, recursos ictiológicos, más otros de tipo energéticos y mineros, así mismo considerables.



En suma, se trata de un pequeño paraíso terrenal, en donde contrariamente a lo que manda la lógica, habita un contingente humano con desigualdades sociales y económicas, que le sitúa entre los países con las más altas tasas de inequidades del Continente. Situación que se traduce en la correspondencia directa entre escenarios de riqueza ambiental y recursos disponibles, frente a las condiciones de vida de sus habitantes, que en la mayoría de los casos alcanzan los límites de la supervivencia e incluso de miseria extrema.



Hablamos, claro está, de una realidad que comenzó con la invasión española y la explotación inmisericorde de la fuerza de trabajo indígena, esclavizada a la hacienda, los obrajes y con menor fuerza a la mita, que se canalizó desde muy temprano en la extracción del oro en los lavaderos y socavones de la región austral. Todo ello en tiempos de la Colonia, aunque tampoco cambió este panorama con la República, salvo por el hecho de que se había iniciado igualmente la explotación de otros recursos naturales como los bosques de cascarilla (Sinchona sp.), para producir la quinina, más otras especies consideradas como maderas finas, que en muchos casos fueron virtualmente exterminadas, principalmente de los flancos oriental y occidental de la Cordillera, así como también de las planicies húmedas del litoral.



Posteriormente, el siglo XX se inauguró con la etapa cacaotera, seguido por la explotación del café, el guineo, el camarón, etc. y en los últimos decenios, el petróleo, las flores, etc. Es decir, un sistema de explotación de la producción agrícola y los recursos no renovables, que puede ser entendido dentro de los conceptos de mono cultivo y mono extractivismo, y que en situaciones como las nuestras, resulta el sistema más perverso de destrucción del medio ambiente, la consiguiente dependencia económica de los mercados imperialistas que requieren materia prima, más que productos elaborados, y desde luego, la pérdida gradual de la identidad cultural.



Es decir, una sociedad cuya base de subsistencia y enriquecimiento de los grupos de poder, ha tenido como fundamento la explotación del capital humano, especialmente indígena, ya sea a través de la producción agrícola y de textiles manufacturados, más la apropiación del oro, como una actividad sujeta a períodos altos y bajos, pero sin una incidencia fundamental en la vida colonial ni republicana; mientras que el petróleo se ha convertido en el corazón mismo de la economía nacional, a partir de la década de los años setenta.



Pero ¿por qué decimos destrucción del medio ambiente? Básicamente, porque a más de diezmar los bosques en donde se hallan las especies nativas requeridas para su exportación, se han ampliado de manera irracional las fronteras agrícolas y pecuarias, sin tomar en cuenta que en el pasado prehispánico fueron incorporados a esta actividad miles de hectáreas productivas, mediante el uso de diferentes tecnologías que probaron su eficacia a partir de la construcción de terrazas, camellones y otras más, que constan en el registro arqueológico del mundo andino y, que ahora, se hallan abandonadas.



Mientras que la ganadería que no cubre justamente las necesidades de la gran mayoría de ecuatorianos, pues se destina sobre todo a la elaboración de cárnicos y lácteos que se expenden en los mercados urbanos o en las cadenas de supermercados (son consumidos de forma reducida entre la población campesina), ha impactado igualmente sobre las selvas y los bosques en las tierras altas, los mismos que se han convertido en pastizales, acelerando la extinción de miles de especies y la erosión de los terrenos en las zonas de declive.



Amen con los manglares que se han reducido dramáticamente en los últimos años, con el fin de favorecer la producción camaronera, imponiendo daños irreparables a los ecosistemas costeros; o también la minería que especialmente en el sur del Ecuador, destruye montañas y contamina las aguas, sumiendo a poblaciones enteras a una muerte lenta por envenenamiento de plomo, cianuro y otros elementos tóxicos que se vierten en la atmosfera y en los ríos.



Todo por un afán irracional que no mira a la naturaleza como un conjunto vivo y articulado, al cual nos pertenecemos; sino al contrario, como una simple despensa de materiales y productos que debe vaciarse sin miramiento, y hasta el último de los ejemplares existentes.



Una pausa para preguntarnos sobre el segundo tema:



¿A dónde van la mayoría de estos recursos? Con una respuesta más que obvia y que nadie desconoce a estas alturas del partido, puesto que su destino son los centros del capitalismo mundial, en donde suelen ser procesados o etiquetados nuevamente, ya que no siempre la “marca país” es la más aconsejable para su comercialización. Además de que, con el monocultivo o la extracción de materias primas no renovables como el petróleo, puestas en el mercado internacional como productos únicos de exportación desde países como el nuestro, la dependencia a las alzas y bajas de los precios, impuestos por aquellos que demandan y no necesariamente por los que venden, nos deja caer en el círculo de la dependencia irremediable ante la voracidad de los imperios, en particular del norteamericano.



Cosas que de tanto repetidas, ya nadie hace caso y, gobierno tras gobierno, tarde o tempranos, con variantes menores o mayores, sigue por el mismo derrotero, casi como que vivir en este paraíso sólo significaría una condena a la pobreza y a la imposibilidad de tener un espacio de existencia digna y soberana. Hecho que se representan en nuestro imaginario, como un simple espejismo o el cuento contado por algún personaje maligno que goza con nuestra ingenuidad.



Llegamos entonces al punto de la tercera afirmación realizada líneas atrás:



¿Por qué, todo este proceso está generando la pérdida sucesiva de la identidad cultural en los pueblos en el Ecuador? Simplemente porque la cultura no es otra cosa que el conjunto de respuestas que todo grupo humano realiza, como una manera particular de resolver las contradicciones que se plantean entre la sociedad y la naturaleza circundante, al igual que al interior del propio grupo social.



Igualmente, porque habiéndose desarrollado todo un proceso civilizatorio en los Andes - del cual formamos parte, en tanto que sociedades que habitamos estas tierras desde hace más de 10.000 años - poco a poco se fueron descubriendo las características de biodiversidad y complejidad ecológica de este escenario. De suerte que se proyectó unas ideologías cargadas de elementos vitales, diversas y complementarias, incluyendo el juego de tecnologías optimizadas con el paso de los siglos, a fin incorporar a la producción, espacios de vida a los cuales se les mejoró en vez de destruirlos.



Así, los sistemas de cultivo, haciendo eco de la multiplicidad de especies vegetales, suelos, altitudes y condiciones climáticas variadas, privilegió igualmente el concepto de Chakra; es decir cultivos asociados que rechazan el monocultivo, por ser en este caso una práctica anti natura, que elimina la enorme variedad de plantas cultivadas y de usos igualmente diversos, atándole al campesino y, por último al País, a las leyes de la oferta y la demanda nacional e internacional, en la cual siempre se pierde, puesto que si la cosecha es buena, los precios bajan y si es mala…también.



Por lo tanto, si somos sociedades con una cultura que ha estado ligada esencialmente a un mundo mega diverso, y en donde la agricultura ha sido la base de su supervivencia, igualmente su ideología y las construcciones simbólicas que se han generado con el transcurso de su historia, tiene su correspondencia con las primeras, cuya destrucción significa también un golpe mortal a su identidad.



Para terminar, si el Ecuador es un espacio de enorme diversidad ecológica, en el cual se pueden cultivar casi todas las plantas de los cinco continentes, ¿no podrían ser estas la base de su fortaleza económica y cultural, extractando del subsuelo únicamente los recursos que necesitamos? Porque resulta oprobioso que con lo que tenemos y somos, sigamos profundizando aún más los contrastes entre riqueza y pobreza, antes de imponernos un nuevo sentido de vida, en la cual la salud social y natural vayan de la mano.

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Colombia: El saqueo de la Universidad Pública

domingo, 6 de diciembre de 2009

Por: Renán Vega Cantor | Red Antorcha | Docente Universidad Pedagógica Nacional.


El escándalo del mal llamado Agro Ingreso Seguro (AIS) y la crisis presupuestaria de la universidad pública son dos hechos que en apariencia no tienen ninguna relación, pero que en realidad están conectados entre sí porque muestran la verdadera catadura de clase del actual régimen uribista, que ha beneficiado a manos llenas a los ricos y poderosos de este país, mientras que ha multiplicado la pobreza, la miseria, la ignorancia y el desempleo que afectan a la mayor parte de los colombianos.


SUBSIDIOS PARA LOS RICOS...


A lo largo de estos terribles 7 años ha quedado claro que este es el reino de los terratenientes, de los viejos y de los nuevos, como lo indican datos elementales que profundizan procesos en marcha desde hace varias décadas: expulsión de cuatro millones de colombianos de sus tierras, robo de cinco millones de hectáreas a los campesinos por parte de grandes propietarios agrícolas y narcos, asesinato de indígenas y miembros de las comunidades afrodescendientes, expansión de la palma africana y otros nefastos cultivos de exportación, promoción de los necrocombustibles, que han incrementado el precio de productos de primera necesidad, como el azúcar…


Como si todo esto fuera poco, este gobierno ideó un programa encaminado a regalarles dinero de las arcas estatales, a latifundistas, ganaderos, reinas de belleza, a “pobres empresarios”, como los Ardila Lulle y los Sarmiento Angulo, a palmicultores y a todos aquellos que han financiado las campañas electorales de AUV. Este regalo, como en una piñata, se ha hecho con absoluto descaro, puesto que se han dado dineros a narcotraficantes, paramilitares y sus familiares en Urabá, Magdalena Medio, Santander; se han cometido delitos, tales como la suplantación de personas y se les han asignado créditos a personas fallecidas; se ha permitido que pocas familias (como los Davila, Abondano, Vives Lacouture) monopolicen miles de millones de pesos a través de los créditos.


Para justificar tan tremenda desfachatez, los responsables de esta arbitrariedad han dicho que está muy bien que se les den incentivos a los ricos, porque éstos son los que generan empleo y prosperidad, mientras que los pobres campesinos e indígenas despilfarran esos recursos. Esta es una típica lógica terrateniente, que puede denominarse como el síndrome de Carimagua, en alusión a la entrega de la finca de ese nombre, ubicada en el Meta, a grandes propietarios y no a campesinos sin tierra. Y en el colmo del cinismo, el inquilino espurio de la Casa de Nariño afirmó en el Congreso de la SAC (Sociedad de Agricultores de Colombia), que agrupa a los terratenientes de este país, la siguiente perla: “Yo no comparto que ahora, en aras del proceso electoral, se revivan los discursos de sociólogos de izquierda de los años sesenta que acabaron con el campo y trasladaron la propiedad de la tierra de los agricultores al imperio (de) los terroristas", y rubricó su defensa de los terratenientes diciendo que “la gran empresa agropecuaria es fundamental para la investigación, es un actor importante para experimentar, para jalonar"…


¿Para jalonar qué?, pues obvio que la concentración territorial y la desigualdad e injusticia en los campos, lo cual no es ninguna invención de sociólogos de izquierda sino la cruda realidad histórica que siempre ha asolado al campo colombiano, por si no lo sospechaba el “versado” y “sabio” Mesías, que pontifica con una torpeza impresionante sobre lo divino y lo humano.


Con relación a tan “brillante apunte”, es difícil encontrar tanto descaro y mentiras en esas pocas líneas, con lo cual se reafirma el carácter proterrateniente del actual régimen, que incluso organiza un consejo comunitario para que el ex ministro de Agricultora, Andrés Felipe Arias, alias Uribito, defienda las bondades de un programa para ricos en el cual el 5% de beneficiados se han quedado con el 71% de los subsidios. Con esto, de otra parte, simplemente se le echa más gasolina al conflicto interno, cuyo soporte histórico es la desigualdad del campo. Con toda razón el obispo de Cúcuta, Monseñor Jaime Prieto Amaya, en una circular titulada AGRO INGRESO SEGURO CINICO Y DESCARADO, señaló: “ Lo más triste de todo es el cinismo con que se trata de justificar el visible atraco a los fondos del Estado y por lo tanto al mismo pueblo colombiano. (…) Qué lejos estamos de solucionar el problema agrario en Colombia y créanme: mientras no solucionemos el problema agrario tampoco vamos a solucionar el conflicto social, léase, el conflicto armado en Colombia”.


... Y GARROTE PARA LAS UNIVERSIDADES PUBLICAS


El viernes 16 de octubre, un día antes del consejo comunitario contra la corrupción (lo cual suena a un mal chiste) en el que se iba a tratar el tema del AIS y se dejo hablar al delincuente de marras que había ejercido como Ministro de Agricultura, aconteció un hecho vergonzoso, como muestra del carácter brutal e ignorante de este régimen, cuando fue invadida la universidad nacional por las fuerzas represivas con la orden directa de la Presidencia de la República y en las horas de la noche entró, como si penetrara en un campo de batalla, AUV a mancillar los predios de la Universidad Nacional. Este hecho, amplificado por los incondicionales medios de comunicación al servicio de la delincuencia oficial, contrasta con el mencionado consejo comunitario, en el cual se les dio tribuna a los responsables del agro robo seguro, porque nunca se quiso escuchar a los estudiantes ni analizar sus justos reclamos.


Antes por el contrario, el Juez Supremo que rige este embrutecido país, un personaje que tiene la potestad de sindicar, acusar, juzgar, condenar y ejecutar las condenas a través de los micrófonos y cámaras de televisión, procedió a dictar sentencia contra los estudiantes, acusándolos de delincuentes y criminales que había secuestrado al “indefenso rector” (un pretexto cada vez más frecuente por parte de los incondicionales rectores uribistas, como ha sucedido también en la Universidad Pedagógica Nacional), e incluso llegó a ofrecer la suma de 50 millones de pesos a quienes dieran información de los “delincuentes” que habían organizado la protesta, la cual paso a ser catalogada de secuestro por el “notable” jurista paisa.


El invasor de la Casa de Nariño ingresó a los predios de la Universidad Nacional como cuando un matón de pueblo entraba a una de las cantinas del lejano oeste, atropellando todo lo que encontraba a su paso, vociferando y dando ordenes para que se cumplieran sus designios y demostrar que es el “mero macho”, algo así como el Mantoncísimo Kid, según el argot mejicano, que tanto les gusta a los hacendados y gamonales que desfilan en briosos caballos en sus latifundios y con sus peones al lado.


Con este hecho atrabiliario, propio de aquellos que como el tenebroso Ministro de Propaganda nazi Joseph Goebbels , piensan que “cuando me hablan de cultura desenfundo mi pistola”, se pretendió desviar la atención del verdadero problema de la Universidad Nacional y de todas las universidades públicas, es decir, de su crisis interna, motivada por la desfinanciación a que ha sido sometida por parte del Estado colombiano en las últimas décadas. Esa crisis presupuestaria se ha ahondado en los últimos 7 años, con la “revolución educativa”, otra mentira de este desgobierno, con la cual ha aumentado la cobertura de las universidades publicas, al tiempo que se reducen sus presupuestos, porque los gobiernos colombianos desde 1992 ni siquiera aplican lo estipulado en la Ley 30 en cuanto a la transferencia de los recursos por el Estado central de acuerdo al Índice de Precios al Consumidor. Como resultado, en estos momentos se les adeuda a las 33 universidades públicas la suma de 492 mil millones de pesos, una cifra que bien se había podido cubrir con los subsidios concedidos a los ricos vía agro robo seguro.


Como consecuencia de la desfinanciación, en la práctica esas universidades se han ido privatizando, mediante el aumento del costo de matriculas, la venta de servicios, la comercialización del bienestar y de las investigaciones y la constitución de otra universidad paralela, más costosa todavía, dedicada a posgrados. Todo esto, por supuesto, ha repercutido en la perdida de nivel académico en esas instituciones, muchas de las cuales están superpobladas, su planta física se ha tugurizado, y no cuentan con bibliotecas actualizadas ni con laboratorios adecuados. Además, ha aumentado la flexibilización docente, con la reducción de los profesores de planta y la generalización de los catedráticos, mal pagos y sin ningún incentivo para permanecer en las universidades.


El problema presupuestal es un resultado de una política educativa antinacional, impulsada por este régimen, que busca desangrar y terminar por sustracción de materia a las instituciones educativas, así como con todo aquello que suponga un gasto social por parte del Estado, mientras que, al mismo tiempo, se refuerzan los gastos militares, como puede demostrarse con algunos datos: en el presupuesto aprobado para el 2010, se gasta el 14.9% del mismo en la guerra, y sólo el 1,5% en educación superior, que comprende además de la universitaria, la técnica y la tecnológica; en ese mismo presupuesto el gasto militar de 20.9 billones de pesos, representa 35 veces lo que se necesitaría para solucionar los problemas financieros de la universidad (unos 600 mil millones); la formación de un soldado profesional le cuesta al Estado 60 millones de pesos y la formación de un estudiante universitario sólo 8 millones de pesos…


Sin embargo, el usurpador de la Casa de Nariño y su Ministra de la Ignorancia, la sargenta María Cecilia Vélez, sostienen que no hay dinero porque estamos en crisis, hay pocos recursos y las universidades deben ser más eficientes y funcionar con lo poco que el Estado les transfiere. La pretendida eficiencia si no se le aplica a los dineros regalados a los ricos, como agro robo seguro, ni a todas las otras fuentes de corrupción y subsidio propias de este régimen, como a las zonas francas entregadas a los hijos de Uribe, o a las 70 notarias entregadas para asegurar la reelección, o a la compra de 85 paramentarios para que aprobaran la segunda reelección y mil porquerías más.


Como la militarización cunde en esta sociedad, a la universidad pública en lugar de darle recursos económicos para su normal funcionamiento se le militariza, se invaden sus predios, se persigue a los estudiantes, profesores y trabajadores que piensan y protestan y se presenta ante la entupida opinión pública la idea que esas instituciones son un santuario de delincuentes que hay que acabar rápido y como sea.


En conclusión, en tiempos de mentira e infamia generalizadas como las que nos ha tocado soportar en Colombia, vivimos el mundo al revés, un estado invertido al servicio de unos pocos, en el cual los pobres que necesitan subsidios del Estado para desarrollar empresa y crear riquezas son los terratenientes, los banqueros y los capitalistas, mientras que los ricos y pudientes que no merecen ninguna ayuda son los pocos pobres que todavía estudian en las universidades públicas, pues son unos privilegiados y unos delincuentes que despilfarran los recursos públicos. Al fin y al cabo, que más puede pedirse en un país donde los traquetos reinan, con las reinas de belleza, y resulta mejor ser policía, militar o mafioso que un simple estudiante o profesor universitario.

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LA IRACUNDIA PRESIDENCIAL DEBILITA Y DESPRESTIGIA AL GOBIERNO

viernes, 4 de diciembre de 2009

Dr. Marco Villarruel Acosta



La cancelación de trabajadores de la empresa eléctrica de Guayaquil, acusados de atentar a la llamada “MAJESTAD” del Presidente de la República es otro inicuo acto de intolerancia del gobierno presidido por Rafael Correa.



Los ayudantes de campo del Presidente dicen ahora que la cancelación se debe a que los mencionados dirigentes y trabajadores paralizaron ilegalmente sus actividades y por tanto debían ser sancionados como efectivamente lo han hecho un conjunto de autoridades de algún tribunal represivo.



Si esto verdaderamente fuese así, el gobierno debería mandar a la cárcel a los centenares de transportistas que han paralizado la ciudad de Ambato, o a los miles de maestros que con gran valentía propinaron una fuerte sanción moral al Presidente. De la misma manera deberían llenar las mazmorras los indígenas que realizaron su levantamiento nacional, los mineros que han desarrollado continuas acciones de lucha contra el proyecto de ley que se adelanta en la Asamblea Nacional.



La historia nacional de estos tres últimos años está salpicada de estos actos de iracundia incontrolable por parte del Presidente Correa. Ya lo hace y con gran rechazo popular desde sus sermones de los días sábados donde arremete contra todos y contra todo. Es triste observar el pánico dibujado en los rostros de los ministros, de los comandantes de las fuerzas armadas o policiales, o de cualquier ayudante al que ese fatídico momento no responda a las exigencias dictatoriales. Nadie está seguro de las invectivas o de los denuestos presidenciales. La ruta gubernamental de estos tres años está llena de muchas víctimas de esta especie de neurosis correista.



No se ha disipado de nuestras mentes esa arrogancia propia de un cacique oligárquico cuando ha hecho parar la larga comitiva de militares, policías del servicio secreto, de ambulancias, motos, que le acompañan diariamente para ordenar el arresto de personas que han manifestado su descontento con su presencia. Lo hizo en Quito y también en Guayaquil y Esmeraldas. Algunos de ellos pasaron varios días en las cárceles, para vergüenza del Ecuador.



Cómo olvidar la diatriba mayúscula con su hermano, usando para ello todos los medios de comunicación del Ecuador. Este pugilato entre personas de la misma sangre nos llena de vergüenza, por tratarse del primer mandatario y porque constituye un mal ejemplo que se visibiliza a través de una ventana transparente ante los ojos de millones de niños y jóvenes.



El caso de Dayuma, donde una dirigente de la región amazónica permaneció un año en prisión fue conocido y repudiado en el mundo entero. También lo fue cuando 41 choferes de Loja fueron acusados de sabotaje terrorismo y por tanto apresados y enjuiciados.



¿Recuerdan ustedes cuando arremetió contra los profesores en Guayaquil, para increparles y amenazarles? Y recuerdan también cuando un joven docente le detuvo con sus argumentos y le hizo debitar en su acción provocadora?


Mal hace entonces en no controlarse y en humillar a las personas. Creer que con acciones de fuerza contra los trabajadores o con las personas humildes tiene más autoridad o se llena de razón en sus medidas gubernamentales es un error fatal. Así parece que actúa cuando despide a centenares de trabajadores de Petroecuador o insulta a los trabajadores de la prensa.


Llama la atención en cambio cuando no hay banqueros apresados, traficantes de frecuencias tras las rejas, o cuando insiste en lujosas reuniones con los industriales y los grandes comerciantes. Parece que el viejo aforismo de “palo para el pueblo y circo para los ricos”, es el complemento a esta sicosis de la ira presidencial.

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ERCO: CRÓNICA DE UNA LUCHA JUSTA.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Por: Renán Proaño Muñoz. | Colibrí Insurgente



Mirar a los ojos de un hombre que ha puesto en peligro su propia existencia, su trabajo como fuente de ingreso para el sustento familiar, y que camina altivo hasta ver resueltos sus reclamos, que son los mismos de sus compañeros obreros, es algo simplemente emocionante. Es un héroe – hombre de carne y hueso, que ha rebasado la mezquindad del individualismo y se organiza junto a sus iguales para exigir por todos y todas. Estas líneas pretenden contar la lucha de los compañeros de ERCO, en la ciudad de Cuenca, en la que más de 450 trabajadores se tomaron una de las fábricas más grandes del sur del país.



ERCO, Ecuadorian Rubber Company (Compañía Ecuatoriana de Caucho), fue fundada hace 54 años en la ciudad de Cuenca; se la conoce como Llantas General, quien fabrica llantas desde 1962. En 1987 Continental AG de Hannover – Alemania compra General Tire & Rubber Company, dando paso a la exportación de sus productos hacia la región andina desde el año 1994. Ese mismo año se crea la marca General Tire o su imagen corporativa de “Continental – General Tire”. Sus negocios alcanzan a 17 países, con una producción de 6000 llantas diarias, además de la importación de repuestos y productos varios. Posee otras marcas paralelas que diversifican e incrementan su valor.



Hace más de un año y medio se implementó en la planta industrial el Sistema Integral de Manufactura (SIM). Se trata de un conjunto de dispositivos electrónicos para el control por impulsos de la maquinaria, entendiendo que esta funciona al ritmo del obrero. Quiere decir que mide el número de productos terminados por trabajador. Junto a cada operario se encuentra una pantalla que le indica en unidades su productividad; se tiene así: franjas superiores en las que la producción llega a su tope alto, suponiendo un esfuerzo total del trabajador; franjas medias en las que el trabajo aunque menor sigue siendo aceptado por la empresa; otra franja en la que se ubica producción deficiente y una última como medida de para momentánea.



Un joven recién integrado a laborar, con ansias de mantenerse de forma definitiva como empleado de la fábrica, frente a un compañero mayor, agotado por el esfuerzo de años y con limitaciones de salud inherentes al riesgo laboral, siempre generará una producción mayor. Esa medida alta es tomada como referencia de los patronos, exigiendo así, que toda la cadena se movilice al mismo ritmo. ¿No sería más lógico encontrar un número medio? Para la lógica de acumulación esto no cabe y la sobreexplotación al obrero se convierte en regla, agravada por las medidas punitivas contra los retrasos. El mismo joven que impuso una marca alta, está impedido para mantenerla en muy corto tiempo; su cuerpo y salud no lo permiten. Lejos de los ofrecimientos de que el sistema no tendría uso contrario a los obreros, sirve como herramienta de opresión, con la que se justifica el recorte práctico de los sueldos, ya que las medidas bajas de producción registradas por el SIM, no son considerados tiempo trabajado. No se paga ese tiempo.



Frente a ello, en abril del presenta año, como resultado de conflictos no atendidos por la dirección empresarial durante un año, sumados al tema puntual del SIM, se elaboró un pliego de peticiones que abarca 5 aspectos: 1) Cumplimiento de la Constitución en su art. 326 que reza que a igual trabajo igual remuneración; 2) Frente al incremento salarial de tres compañeros de la planta, se exige cumplimiento del Contrato Colectivo firmado con la empresa, que obliga a extender a todos los trabajadores, afiliados al sindicato o no, los beneficios superiores entregados a solo un grupo; 3) Retiro del SIM por atentar contra los derechos de los trabajadores y por constituirse en un arma para la sobreexplotación; 4) Respeto a los períodos de vacaciones, ya que estos han sido manipulados desde la patronal; 5) Multa indemnizatoria contra la empresa, por los incumplimientos.



Dos asambleas generales convocan a la huelga. El 31 de julio se paralizan las actividades por 21 días; el Ministro del Trabajo acude a mediar en el conflicto y se acuerda un pacto de 45 días para resolver las peticiones.



El 25 de septiembre, 10 días antes del plazo de negociación, la empresa modifica el documento de las resoluciones a las que se llegó entre trabajadores, empleadores y ministerio. El representante del ministerio, indignado junto a los trabajadores, no firmó el acuerdo pues no recogía los planteamientos básicos de los diálogos.



El día 7 de octubre, amparados en la ley, los trabajadores retomarían la huelga. Al llamado de la Subsecretaria de Trabajo de la Sierra y la Amazonía, Dra. Margarita de la Cueva, quien veía la posibilidad de concretar un acuerdo durante ese día, se suspende la medida. Por la noche, voceros de la empresa nuevamente se retractan de los compromisos en una comunicación entregada a la misma subsecretaria. Al día siguiente se efectiviza la huelga.



Los obreros encontraron la puerta cerrada, desconectada la energía eléctrica y redoblada la seguridad. La empresa llama al fiscal, Dr. Nelson Rodas, para que evidencie un supuesto plagio y usurpación de bienes por parte de los huelguistas. Acude el fiscal y desestima la denuncia pues encontró a los manifestantes fuera de la planta. Los guardias de la empresa abren las puertas al fiscal, quien evidencia que incluso directivos de ERCO se encontraban encerrados. A las once de la noche el sindicato queda a cargo de la fábrica, bajo constancia del fiscal. Ocho obreros fueron acusados penalmente; la sentencia se dio a favor de los trabajadores.



El 28 de octubre se da el dictamen de primera instancia, por primera vez en el país, se declara a una huelga como ilícita. El art. 536 del Código del Trabajo contempla esta figura en dos casos: por acciones violentas contra las personas o, contra los bienes de la compañía. En este caso la sentencia se efectúa por la supuesta violación de uno de los sellos de las puertas, colocado por el Tribunal de Arbitraje y Conciliación; echo inadmisible pues dicho sello fue abierto por los guardias de la empresa para que ingresen representantes de le empresa, sin conocimiento del Presidente del Tribunal. Sobre este caso, el sindicato envió oportunamente el documento deslindando responsabilidades, abalados en el peritaje efectuado. Curiosamente ese documento no se tomó en cuenta al momento de la sentencia. Como es inteligible, la empresa estaba interesada en este recurso, pues supone carta abierta para el despido masivo de trabajadores.



Este mes ha transcurrido en audiencias, movilizaciones y respaldo de las organizaciones, gremiales, sociales y políticas. La Comisión de Asuntos Laborales de la Asamblea Nacional, se ha solidarizado y respaldado la acción obrera, descartando las acusaciones patronales. Una campaña de desprestigio contra la huelga, el sindicato y los dirigentes se desata en los medios. La patronal interpuso un amparo que buscaba confrontar a los obreros, justificados en que existen trabajadores con deseo de ingresar a laborar. Existe censura contra la huelga. Pese a ello, más de 4000 personas marcharon el 24 de noviembre por las calles de Cuenca, en respaldo a la medida.



El domingo 29 de noviembre inició la huelga de hambre y la vigilia. El martes 1 de diciembre se dio sentencia por parte del tribunal de Arbitraje y Conciliación, en calidad de juez de segunda (última) instancia, ratificando la paralización como legal, además de lícita. Se rechazaron 4 de los 5 puntos exigidos. Solo el segundo punto se recoge, que tiene que ver con la igual remuneración para los trabajadores. Quedan pendientes elementos importantes como: el funcionamiento con el SIM, vacaciones, etc. La patronal sale derrotada y aunque dice que cumplirá con la ley, amenaza con interponer acciones. El sindicato por su parte, presenta un nuevo pliego de peticiones, que será litigado a la par del reinicio de actividades, este viernes 4 de diciembre.



Los obreros de ERCO vencieron una batalla importante; han crecido como organización y tensaron sus fuerzas, la unidad de su base es más sólida y el triunfo los incentiva a continuar. La lucha contra la sobreexplotación está vigente y el sindicato incluye ese punto en el nuevo pliego. Se venció a la campaña de desprestigio millonaria y a la prepotencia.



César Padilla, secretario general del sindicato, un joven obrero que encarna el deseo de cambio y transformación, ha sabido dirigir acertadamente a sus compañeros. Sus ojos fijan la mirada en la senda por la que caminarán los obreros por su emancipación.



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Carta Abierta al Movimiento de Mujeres del Ecuador

viernes, 27 de noviembre de 2009

Por: Emilia Puebla Restrepo


Un muy querido compañero del “colibrí” me hizo llegar un artículo que al correo de su organización había llegado. Se trataba de una especie de manifiesto que bajo el título de “Violencia hacia la mujer: parte inherente del sistema patriarcal y capitalista” circula con motivo del día internacional contra la violencia a la mujer; este gran amigo me puso contra la espada y la pared, pidiéndome exprese mis opiniones al respecto.


Mi hermoso país, Colombia, no está por fuera de esta problemática, al contrario lidera las estadísticas de esta infame realidad, con la visualización de prácticas aberrantes. Muchas y muchos compatriotas cubren la agresión con respuestas irresponsables e ingenuas que quieren ubicar su matriz incluso en la “sangre caliente de los colombianos”. Nada más alejado de la realidad, pues no se puede ni se debe justificar ninguna clase de agresión que baya en dirección de mujeres u hombres. Nada lo justifica, aunque hay interesadas e interesados en desviar la atención de lo más importante, el origen de la violencia en las sociedades.


El origen de la familia en miles de años produce diversas formas de la misma, en ocasiones intolerables para el entendimiento actual, pero a fin de cuentas hechos reales y concretos. Existieron la poligamia y la poliandria por quizás algunos miles de años; no teníamos un hombre para cada mujer o viceversa y según las circunstancias se abrió camino a familias matriarcales y patriarcales, no interesa determinar cuál fue primera, sino entender que incluso hasta la llegada de Colón a América, en esta parte del mundo se encontraban formas anteriores de familia. Aquí teníamos aún linajes de hermanos divididos según su sexo o situaciones de hermanamiento por la línea de lo que hoy entendemos por primos o sobrinos, pero de igual manera según su sexo. ¿Determina por sí mismo la forma de familia traída de Europa un método de discrimen para hombre o mujer?


Yo creo que NO y lo explico así: Si la familia es un resultado de la experiencia humana, por lo tanto es una suma cultural; por sí misma refleja las condiciones de cada época, entre ellas quizás la más importante, la economía. Entonces las relaciones económicas siempre presentes, más aún desde la división del trabajo, vienen a ser quienes ubican a ciertos hombres o mujeres “encima” de otros hombres o mujeres por “debajo”. Me explico mejor, desde el principio, el origen de la violencia nace junto a la propiedad, en términos estructurales, pues no es lo mismo una pelea por razones justificables (ejemplo: la burla o el robo) que la sistemática apropiación del trabajo ajeno.


Otra cosa, la pelea permanente de los de arriba contra los de abajo y de estos por dejar de estar abajo, solo viene después de la originaria forma de violencia. Además el elemento cultural de la sociedad dividida en clases que tiene como una de sus expresiones la mezquindad reflexiva a la carencia versus la opulencia de quien posee, agrava los choques de forma independiente del sexo. Lo fundamental de esto NO es la pelea entre sexos, sino entre provistos y desprovistos de riqueza.


Pienso yo, que en todo este larguísimo proceso la forma que han tomado los medios de producción, refiriéndome en particular a las herramientas y sobre todo durante los grandes saltos tecnológicos hasta la revolución industrial, dieron inicio al fenómeno que encierra a la mujer en una supuesta debilidad. Pero esto también es relativo, pues según el lugar del planeta, las mujeres hemos cumplido con papeles productivos ergonómicamente propios para los hombres. En América antigua éramos las mujeres quienes nos dedicábamos a la agricultura, el tejido, alfarería, etc. y hay que tomar en cuenta que eran sociedades muy grandes, poniendo este ejercicio más difícil. ¡No éramos las débiles!


Por lo expuesto, aunque sea muy poco, me atrevo a decir que la proclama es limitada, pobre y peligrosa, pues la lucha librada por las mujeres no debe apuntar contra hombres, sino contra el corazón del capitalismo, que es quien en la sociedad actual aprieta nuestros cuerpos hasta la asfixia. Declaraciones de persecución contra hombres igualmente víctimas de la violencia de clase y de género, son peligrosas pues reeditan las viejas cacerías de brujas y pueden ser usadas contra sus propias impulsoras. Es igual iluso pensar que con las migajas que se piden a los Estados y sus gobiernos se solucionaran las cosas; lo que es posible, es que se enriquezcan algunos grupos de dueñas de ONG´S. En Colombia la USAID impulsó gran cantidad de organizaciones contra la violencia de género, luego contra la violencia política; se pidió que se denuncie a esposos e hijos “políticos – terroristas”; se aumento el caos, el miedo, la persecución y hoy entre otras tantas cosas, tenemos una Colombia más violenta que hace 50 años, con un tirano que goza a la sombra del imperio yanqui de la división de nuestro pueblo.


No es desconfianza sobre estas organizaciones ¿pero quién está tras ellas?


Honestamente para resolver la violencia hay que programar una acción de pueblo, de hombres, mujeres, niños, ancianos y ancianas, negras, indígenas, de todas y todos por la gran Patria Libre Bolivariana.

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El 13 de Noviembre de 1781 muere asesinado Túpac Amaru

jueves, 19 de noviembre de 2009

Por Pablo Arciniegas A.


El trece de noviembre de 1781 fue asesinado por el poder colonial, uno de los máximos líderes de la resistencia anticolonial. Su nombre Julián Apaza, más conocido como Túpac Amaru. Su movimiento subversivo puso en jaque al poder colonial, su capacidad de líder convencido de la necesidad del enfrentamiento directo contra el poder que marcaba los días de su pueblo con opresión, explotación al nivel más perverso que se pueda imaginar.
Acostumbrados a la muerte como un show, los verdugos del líder indígena lo asesinaron haciendo uso de las más crueles y horrendas torturas ejecutadas ante el poder de la iglesia (curas) que celebraban el suceso con rezos y loas al crimen. Le cortaron el cabello, para destruir el símbolo de la energía y la rebeldía; le cortaron la lengua para acallar su voz y su mensaje de liberación; le ataron de pies y manos a cuatro caballos para descuartizarle. Antes, los asesinos le hicieron presenciar la muerte de su mujer e hijos. Con esta innombrable acción pretendían dejar escarmiento entre los pueblos para sembrar el temor por posibles nuevas rebeliones, que de hecho se dieron y que la historia oficial ni siquiera las registra.

Muy al contrario, la resistencia anticolonial continuó y continúa hasta nuestros días, por que los motivos de la lucha de Túpac Amaru siguen presentes. Ahora los nuevos esbirros son los de la CIA, que siguiendo los pasos de los inquisidores siembran el terror y la muerte en nombre de su "orden establecido", pero muy lejos está el día de que los pueblos se dejen someter, la lucha de Amaru está vigente en las ciudades y en los campos de América Latina, está presente en la lucha armada de los movimientos de liberación.
Antes de morir estoicamente, Tupa Amaru dejo dicho que regresaría convertido en millones, y no se equivocó, su profecía se cumple en los nuevos tiempos en la presencia y acción de mujeres y hombres que luchan contra el imperialismo y la democracia burguesa.

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EL PROYECTO DE LEY DE CULTURA DEBE SER DEBATIDO

lunes, 16 de noviembre de 2009


Por: Carlos Bacacela A.


UNAPE


El proyecto de ley de Cultura despertó gran expectativa en gestores, colectivos y organizaciones artísticas, en torno a la posibilidad de tener un respaldo legal, que permita mejorar las condiciones en las que se viene realizando la gestión y el quehacer cultural. Pero también, su importancia radicaba en la articulación en base a los principios establecidos en la nueva Constitución, “Estado plurinacional y pluricultural”, por lo que el proyecto se perfilaba como una herramienta para hacer efectivos estos principios. Algunas de las propuestas de los distintos sectores del arte reunidos por el ministerio en los congresos, están sistematizadas en la ley, esto no quiere decir que la llamada socialización y debate haya sido satisfactoria, ya que muchas de estos planteamientos no fueron incluidos o se funcionalizaron de acuerdo al interés general del ministerio, pues sus técnicos venían desde un principio con agenda propia; además, la participación de otros sectores como las juntas parroquiales, los municipios, las instituciones educativas, los conservatorios, sectores organizados, nacionalidades y pueblos en la mayoría de los casos fue poca, o no la hubo.



Hay que tener claro el proceso político de cambios que nuestro país atraviesa, para entender el por qué y que fines busca, no solamente la elaboración de la ley de cultura, sino todo el conjunto de leyes que se discuten en la Asamblea Nacional, las cuales han desatado polémica. Dado el carácter de clase, pequeño burgués del gobierno, los contenidos del proyecto de ley son un reflejo de su limitado proyecto político reformista y desarrollista, el cual se encuentra reordenando el aparataje jurídico e institucional para plasmar sus objetivos. Este reacomodo de la superestructura del estado capitalista, también pasa por una resignificación de los contenidos y valores de la cultura, que busca moldear a los pueblos bajo los parámetros de la “ciudadanía”, negando su lugar dentro de las relaciones sociales de producción. Además, debemos tener presente que toda ley encierra los intereses de la clase social que detenta el poder.


Sobre la Memoria Social


Hay que tener en claro que si bien esta memoria se sustenta en los hechos ocurridos en el pasado lejano y reciente, este concepto encierra dos formas de memoria social:

La una vista desde la perspectiva oligárquica en la cual se ponen de manifiesto sus interés como explotadores, como impulsadores de seudo valores patrioteros cargados de xenofobia, racismo, la libertad de empresa, el éxito personal; élites sociales que se adjudican el único derecho de gestores de los procesos libertarios y creadores de la historia del país. Es decir, como los únicos capaces de construir y hacer la cultura. Esta, es la visión de la clase dominante. Además es real que aún prevalece la visión tecnocrática que busca “rescatar” las expresiones culturales de los pueblos bajo un criterio conservador, sin un entendimiento integral de las causas históricas, económicas, sociales y políticas; y del carácter de las relaciones interculturales que de estas se derivan. Por tal razón no se debe hablar de “memoria social” a secas, pues la sociedad ecuatoriana sigue siendo (aunque la revolución ciudadana lo niegue) una sociedad dividida en clases, por lo tanto, los trabajadores, las nacionalidades y los pueblos son dueños de una memoria diferente, trazada por procesos de lucha contra la explotación, la pobreza, el desempleo, el racismo, el neoliberalismo, la opresión nacional; memoria social que se manifiesta a través de sus expresiones culturales propias, cuyo objetivo como grupos sociales explotados, es el de tener una participación activa en la vida económica y política del país, en definitiva como verdaderos hacedores de la historia. Este concepto desarrollado en el proyecto de ley, hace alusión al carácter dinámico de la cultura y a su permanente revalorización y re significación por parte de los actores sociales, pero detrás de esto se esconde que los mencionados “actores sociales” (estos pueden ser tanto un gran empresario como un trabajador) tienen diferencias como agentes de la transformación política y cultural, pues dicho proceso puede ser orientado en beneficio de los pueblos, o por el contrario, remachar las cadenas de la opresión; por lo tanto la cultura , su revalorización y re significación, pasa por un proceso de contra posición de ideas a través de las diferentes prácticas culturales en el seno de la sociedad.



EL sistema nacional de Cultura


La creación de un Sistema Nacional de Cultura si bien contiene elementos positivos, como el de ordenar a la institucionalidad cultural del país, corre un claro riesgo de convertirse en aparato burocrático verticalista, de carácter clientelar y discriminatorio. Verticalista en el sentido de que las políticas culturales vendrán listas desde el ministerio, por tanto, los miembros del sistema tendrán que ser meros acatadores y reproductores de estas; clientelar ya que debido a las dificultades ,de carácter económico principalmente, que tienen los gestores culturales para desarrollar su trabajo, se obligarán forzosamente a formar parte del sistema y adaptarse a lo que los técnicos del ministerio crean “importante”, por tal razón se quedarían fuera aquellos proyectos que no estén en concordancia con su política.


Otro asunto son las contradicciones que existen en algunos artículos, ya que en el artículo 19 se habla de “afirmar la identidad plurinacional” , en cambio el artículo 53 numeral 1 señala que uno de los fines del sistema nacional de Cultura es el de “fortalecer la identidad nacional y las diversas identidades socioculturales”. Esta falta de coherencia en el establecimiento de las categorías nación, nacionalidades y pueblos, como parte de los articulados del proyecto de ley, hace notar que existe una visión unilateral sobre la concepción de la cultura en el país, pues prima el criterio de la única nación y se desconoce al nuevo estado plurinacional en varios acápites del proyecto de ley.



Las industrias, bienes y servicios culturales.


Toda industria se dedica a la producción en masa con el fin de satisfacer las demandas del mercado. Resultado de este proceso obtenemos lo que se conocen como bienes, de los cuales se derivan los servicios como un complemento de estos. La diferencia entre la industria común y las industrias culturales, está en que estas últimas son “portadoras de valores y contenidos de carácter simbólico que preceden y superan la dimensión estrictamente económica” (Carta Iberoamericana de la Cultura). Estos valores y contenidos de carácter simbólico no son otra cosa que las formas mediante la cuales se reproducen las ideas que influyen directamente en el criterio y conducta de las personas, y si bien están por encima de la dimensión económica, no están aisladas, si no que más bien son resultado de esta, pues mantienen una relación dinámica e interdependiente, la cual se refleja en el comportamiento en general de la sociedad. Por lo tanto si hablamos de una industrialización de la producción cultural dentro de la lógica de la competencia en el mercado capitalista, tendríamos también que suponer que de los productos que resulten de este proceso, entrarán a competir en desventaja frente a las trasnacionales de la cultura, que tienen secuestrada la conciencia de una importante franja de la población, teniendo como resultante que la producción del país tendrá que adaptarse a las exigencias de ese mercado para no desparecer, quedando en plano secundario la importancia de los contenidos.



Sobre el Arte Popular


Históricamente este concepto tiene 2 significados:

El primero, desde un punto de vista de la tesis antropológica burguesa que plantea que el arte popular es aquel practicado empíricamente por artistas provenientes del pueblo, que se limita a expresiones de carácter festivo, religioso, artesanal o musical, que si bien se han mantenido en el tiempo, corren el riesgo de desaparecer y, por tal razón, deben ser rescatados y preservados. Dentro de este marco teórico se analizan los objetos y no los sujetos, quedando fuera del estudio, los procesos históricos que los determinan.

El segundo tiene que ver con la relación que tiene el arte con los procesos de lucha, reivindicación y liberación de los pueblos, su propuesta estética condensa la necesidad de transformación social a lo largo de la historia. Es popular no porque sea una mera expresión costumbrista, sino porque entiende a los pueblos como sujetos protagonistas y hacedores de su futuro; y actúa junto a ellos en busca de una nueva sociedad.

El proyecto de ley aborda solamente el primer concepto, con una clara orientación dirigida a establecer una visión neo folklorista del arte popular y de las expresiones de la cultura popular.



Algunas Conclusiones.


El debate en torno al proyecto de ley se centra en el tipo de país que queremos. Entendemos que la cultura es un escenario en el cual se puede impulsar importantes cambios sociales, siendo por ello que ahí radica su valor. Por tal razón, creemos que la discusión y construcción del proyecto de ley de Cultura no ha estado a tono con las necesidades actuales, pues a simple vista se nota el carácter corporativista con el que se pretende direccionar el quehacer cultural del país.

La nueva ley debe ser discutida ampliamente con todos los actores culturales, pero debe ser un proceso de elaboración desde el seno de las organizaciones culturales y los pueblos, conociendo profundamente su entorno, su realidad económico-social, estableciendo con ellos las prioridades, de acuerdo con sus aspiraciones y proyecciones hacia el futuro, siendo consientes de las diferencias que existen en un estado plurinacional. Estas diferencias tienen que ser elementos de complementariedad que permitan sentar las bases de un verdadero proyecto liberador. El Sistema Nacional de Cultura tiene que ser consecuente con los principios establecidos en la constitución que declara a nuestro país como “Plurinacional y Pluricultural”, debe avanzar a convertirse en el “Sistema de Culturas del Ecuador”, esta nueva característica permitiría la participación real y en igualdad de condiciones a todos los sectores sociales y sus diferentes organizaciones; y junto con ellos, establecer los mecanismos necesarios para afirmar su mundo cultural. Esto garantizaría una verdadera participación democrática, si no se lo hace, caeríamos como hasta ahora, en ese mesianismo, que cree que los cambios se los hacen desde un escritorio y por decreto.


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